Por qué decimos que el mejor andador es el que NO se usa
Los Andadores para Bebés: Por qué los expertos en seguridad infantil desaconsejamos su uso
En la búsqueda constante de ofrecer lo mejor para nuestros bebés, a menudo caemos en la tentación de adquirir dispositivos que parecen ser útiles, pero que pueden resultar peligrosos para su desarrollo y seguridad. Uno de esos dispositivos es el andador para bebés, un accesorio que, aunque popular, ha sido objeto desaconsejado por parte de expertos en pediatría y seguridad infantil. En este artículo, exploraremos cinco razones contundentes por las que los andadores para bebés deberían ser descartados como opción, respaldadas por investigaciones y consejos de profesionales en la materia.
1. Riesgo de Graves Caídas
Una de las preocupaciones más destacadas en relación con los andadores para bebés es el riesgo de graves caídas. Contrario a lo que se podría pensar, estos dispositivos no garantizan la seguridad del bebé, sino que, por el contrario, aumentan significativamente el riesgo de accidentes. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), el uso de andadores cuadriplica el riesgo de caídas, lo que puede llevar a lesiones graves, incluyendo caídas por escaleras.
2. Alteración del Desarrollo Motor
El desarrollo motor de un bebé es esencial para su crecimiento y bienestar a largo plazo. Sin embargo, el uso de un andador puede interferir con este proceso natural. Los bebés necesitan aprender a gatear y moverse por sí mismos para desarrollar habilidades motoras fundamentales. Los andadores limitan esta experiencia, lo que puede resultar en un retraso en el desarrollo motor.
3. Adquisición de Malos Hábitos Posturales
Otro aspecto a considerar es cómo los andadores afectan la postura de un bebé. Estos dispositivos obligan al bebé a estar sentado con las piernas separadas, una postura que no es adecuada para aprender a caminar de manera saludable. Además de no fomentar el desarrollo psicomotor, esta postura puede derivar en problemas de espalda a medida que el bebé crece.
4. Mayor Riesgo de Intoxicaciones y Otros Accidentes
El uso de andadores también está relacionado con un mayor riesgo de intoxicaciones y otros accidentes. Los bebés pueden atrapar sus manos y extremidades en las ruedas del andador, y también pueden acceder a productos peligrosos en el hogar que normalmente estarían fuera de su alcance. Esto aumenta el riesgo de intoxicaciones, heridas y cortes.
5. Limitación de la Exploración
Por último, los andadores limitan la capacidad de un bebé para explorar su entorno de manera segura y aprender sobre el mundo que los rodea. En lugar de estimular la curiosidad natural del bebé, estos dispositivos restringen su movimiento a una trayectoria predeterminada.
En resumen, los andadores para bebés, a pesar de su popularidad, presentan riesgos significativos para la seguridad y el desarrollo de los más pequeños. En lugar de recurrir a estos dispositivos, se recomienda proporcionar a los bebés tiempo y espacios seguros para gatear y explorar en el suelo. Si deseas crear un ambiente más seguro para tu bebé, solicita una visita por nuestros expertos en seguridad infantil que te ayudaran a adaptar tu hogar y escuela infantil para el desarrollo correcto y sin riesgos, evitando, además, la sobreprotección.
La seguridad y el bienestar de nuestros hijos deben ser siempre nuestra principal prioridad, y tomar decisiones informadas sobre el uso de dispositivos como los andadores es un paso importante en esa dirección.
Solicita hoy tu visita al hogar o a la escuela infantil a través del mail info@seguridadinfantil.org
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