Prevención de caídas y golpes

Caerse está permitido, lesionarse es prevenible. ¡Te contamos como!

Prevención de caídas y golpes

Durante la transición evolutiva las caídas, golpes y choques contra objetos son constantes.
Aprender a gatear, a caminar, a correr con nuevas habilidades motoras que requieren de entrenamiento hasta poder dominarla correctamente.
Por eso, desde los 6/7 meses debemos adaptar la casa a las necesidades de nuestro pequeño, dejarles espacio intentando minimizar los riesgos de las caídas y choques que tendrán lugar. Solo la prevención podrá reducir las consecuencias de la lesión y ayudará a nuestro pequeño a adquirir nuevas habilidades, en definitiva, a crecer con seguridad infantil.
Antes de iniciar las recomendaciones y medidas preventivas para evitar lesiones por caídas y golpes, hacemos mención especial a las caídas desde gran altura. Un accidente con graves consecuencias y con una estadística demasiado elevada.

“Los balcones, terrazas, ventanas y huecos de escaleras son peligros potenciales para los pequeños exploradores con ganas de descubrir el entorno, donde debemos añadir el escaso control de su cuerpo y la escasa o nula percepción del riesgo”.

Recomendaciones y medidas preventivas para evitar lesiones en el hogar por caídas y golpes.

  1. Mantener TODAS las zonas de tránsito de la casa despejadas.
    Juguetes, cajas, mobiliario auxiliar, elementos de decoración, etc., pueden causar tropiezos y lesiones por golpes contra ellos. Sabemos que mantener el orden en una casa con niños es tarea difícil, hay que encontrar un equilibrio que permita crear rincones para cada actividad o asistencia, evitando que juguetes y otros útiles de bebés estén repartidos por toda la casa.
  2. Una correcta iluminación es clave para evitar accidentes.
    Podemos ayudarnos de puntos de luz (luces quitamiedos) aunque no siempre nos da la garantía de ver correctamente la zona de tránsito. Iluminar las zonas por donde se desplaza el pequeño no solo le evitará golpes, también nos ayudará a detectar otros riesgos.
  3. Evitar superficies resbaladizas.
    En este punto todos tenemos en mente el baño y la cocina como espacios donde el agua y la grasa pueden hacernos resbalar y caer. Pero también los suelos demasiado encerados o las alfombras que se deslizan fácilmente son causantes de caídas. Por lo tanto la sujeción de estos elementos nos ayudará a evitar que se deslicen.
  4. Ayuda extra en el baño.
    En la ducha o bañera, las alfombras (o pegatinas) antideslizantes, así como un asa de ducha, nos evitará más de una caída, ofreciendo al pequeño elementos con los que ganar autonomía.
  5. Escaleras protegidas y adaptadas a los niños.
    No solo para los niños, muchos accidentes se producen cuando el adultos lleva en brazos al bebé mientras sube o baja por las escaleras. Para evitarlo, además de la iluminación que comentábamos en el punto 2, la señalización de peldaños con tiras antideslizantes nos ayudará en el tránsito y será una excelente punto visual para nuestro pequeño cuando empecemos a enseñarle a subir y bajar escaleras.
    Antes de que eso ocurra y el niño se desplace de forma autónoma por las escaleras, estas deben contar con barreras de seguridad. Los huecos superiores a 10 cm pueden provocar atrapamientos (de extremidades, de cabeza y de cuello) y caídas desde gran altura, por lo que las redes de seguridad certificadas no deben faltar para cubrir esos espacios.
    Además un pasamanos ubicado a 110 cm de altura desde el suelo, ayudará a los pequeños a desplazarse con mayor seguridad hasta que dominen totalmente la habilidad.
  6. Bloqueo de ventanas, balcones y terrazas.
    Los balcones, las ventanas y las terrazas tienen un grave riesgo cuando tenemos menores en casa. La protección es imprescindible.
    Ya sea mediante redes de seguridad infantil certificadas para ello o bloqueos de seguridad, debemos evitar que el niño pueda asomarse (y escalar). Muchos pensareis en las rejas de toda la vida, que aunque si es cierto que evitaría la caída, también convertiría nuestro hogar en una ratonera en caso de incendio. Por lo tanto, nunca instaléis rejas si no se pueden abrir fácilmente.
    En el caso de las delimitaciones de balcones y terrazas, volvemos otra vez a incidir en que no pueden existir huecos superiores a 10 cm, en caso de que existan deberemos cubrirlos con redes de seguridad infantil o similar.
    No desestiméis las capacidades de escalada de vuestros pequeños: sofás, cunas, muebles, macetas y otros elementos no deberían estar bajo las ventanas, balcones y terrazas. Además hay que tener en cuenta que los niños aprender fácilmente a empujar objetos y sillas con el que poder llegar hasta su objetivo.
  7. Artículos de puericultura con certificación y siguiendo las instrucciones del fabricante.
    Una trona o hamaca de bebé donde no utilizamos el arnés de seguridad, un cambiador donde dejamos solo al bebé, son los elementos donde más accidentes infantiles suceden.
    Por otro lado, está el tema de los andadores y Correpasillos, en este caso lo tenemos claro: el mejor andador es el que no se usa.
    En el caso de productos de puericultura heredados, o muy usados, examina bien las instrucciones y la homologación de cada uno de ellos. Pueden haber mermado la seguridad debido al uso y desgaste o por ser productos sin certificación.
  8. Cambiadores: nunca dejarlos solos.
    Ya lo avanzamos en el punto anterior, pero las cifras impresionan. En la UE 5.500 niños menores de 4 años acuden a los servicios de urgencias pediátricas cada año por lesiones producidas por caídas desde el cambiador de bebé. (Datos ECSA).
    Por eso es importante no dejar nunca solo a un bebé encima del cambiador. Dejar todo preparado para el cambio de pañal, la ropa o el baño. Si tenemos que salir un momento del espacio, nos llevaremos al bebé, pero nunca lo dejaremos solo.
  9. El ejemplo es la única manera de educar.
    Y sí, en la prevención de lesiones también cuentan nuestras acciones. Si asomamos al bebé al balcón o ventana, el niño lo verá como algo normal y aunque no estemos nosotros también querrá hacerlo. Si nos subimos a una silla, mueble o escalamos sin seguridad, ocurrirá lo mismo, o si bajamos y subimos las escaleras corriendo. Por lo tanto evitar estas acciones es una medida preventiva y educativa de gran valor.
  10. Las caídas y los golpes son inevitables, minimizar las consecuencias es nuestro deber.
    Decíamos al inicio de este artículo que las etapas de transición evolutiva hasta que adquieren nuevas habilidades llevan implícito las caídas constantes y los golpes contra objetos.
    Pero también tras cada caída es inevitable levantarse y seguir practicando. Y levantarse siempre es más fácil si la lesión es mínima. Por ello adaptar el hogar es imprescindible: protección de esquinas y bordes para minimizar las consecuencias de los choques, espacios de tránsito libres, buena iluminación y bloquear todos los espacios de riesgo como ventanas, balcones y escaleras son básicos para seguir creciendo sin graves lesiones.

    Si necesitas que te ayudemos a adaptar tu hogar en esta etapa tan maravillosa, no dudes en preguntar por nuestro servicio babyproofing.

© M Ángeles Miranda. Consultora/Auditora de prevención de accidentes infantiles® para la Asociación Nacional de Seguridad Infantil.

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