Prevención de accidentes en parques infantiles

Descubre las claves para un juego seguro

Seguridad infantil en parques y jardines

Más allá de las tecnologías, justo detrás de la pantalla se encuentra la vida. Afortunadamente los más pequeños aun disfrutan de tiempo de ocio al aire libre, el mejor de los estímulos donde se reencuentran el placer del juego y la socialización con otros pequeños: ¡los parques infantiles!.

Si bien es cierto que algunos parques incluyen, acompañando al sustantivo, el adjetivo “infantil” como ejemplo de lo que no debería ser, podemos también aprender de los malos modelos para convertirlos en el objetivo marcado de instalaciones adecuadas a los menores donde puedan desarrollarse (no hay mejor desarrollo que jugando) sin riesgos. Instalaciones que ampliamos a los jardines privados o de zonas comunitarias.

La regla de oro no difiere de cualquier otro espacio destinado a la infancia: MIRAR CON OJOS DE NIÑO, la única manera efectiva de detectar riesgos.
Si el jardín en cuestión es la prolongación de nuestro hogar, la actuación de eliminar los riesgos depende única y exclusivamente de nosotros, pero ¿Qué pasa cuando se trata de un espacio público o privado compartido? Lo que tenemos muy claro es que criticar en el ámbito privado no es la solución, aunque nos quedemos muy a gusto reprochando.
La mayoría de accidentes en parques infantiles y con consecuencias más graves suceden por falta de mantenimiento de las áreas de juego o defectos constructivos: tornillos que sobresalen, astillas que se clavan, huecos que producen atrapamiento, quemaduras por contacto,…
A estos riesgos sumamos la falta de higiene o de civismo por parte de otros usuarios: colillas, defecaciones de animales, y…otros elementos que preferimos no nombrar en este post :(
Cualquier defecto se debe comunicar inmediatamente a los responsables del parque infantil, documentando con imágenes para dar más fuerza al argumento y que se puedan solventar cuanto antes, evitando un accidente a nuestros hijos y a otros pequeños.

No podemos olvidar otros riesgos, aquellos derivados de conductas que en parte determinamos los adultos responsables de los pequeños que disfrutan de la instalación.

  • Las áreas de juego deben estar señalizadas en función de la edad para la que se han construido: respetarlas evita muchos accidentes.
  • Es importante no incitar a incumplir las normas, no solo por el riesgo de lesión, también porque el ejemplo que estamos dando a nuestros hijos es que romper las reglas es lo normal.
  • No reconducir a los niños “mayores” que está utilizando un área de juegos para los más pequeños, puede producir lesiones a los bebés al caer accidentalmente encima de ellos o golpearlos con los movimientos derivados de los juegos rápidos.
  • Incitar a un pequeño a que utilice un área de juego para el que todavía no está preparado es además de peligroso para su integridad, negativo para su autoestima y seguridad emocional, al parque se va a disfrutar, quien quiera sufrir que acuda a un gimnasio.

Otros conceptos correspondientes a la seguridad a tener en cuenta en un parque infantil son:

  • Los suelos que soportan las áreas de juego que producen o pueden producir caídas, deben ser blandos con una absorción adecuada a la caída crítica del tobogán, columpio, etc.
  • El cercado del parque no puede producir lesiones por contacto ni tener huecos superiores a los 10 cm que puedan provocar atrapamientos de cabeza, pies y manos.
  • Aunque no sean propiamente espacios de juego, el mobiliario urbano (bancos, fuentes), también pueden ser elementos de riesgo en tanto que para los niños todo es fuente de imaginación y juegos, por ello debemos asegurarnos de una correcta utilización de estos equipamientos, evitando el acceso cuando ya sea por su estado o propiedades de diseño sean peligrosos.
  • Las plantas que se encuentren dentro del espacio infantil también deben ser adecuadas, evitando rosales o similares que producen lesiones por contacto y aquellas que sean tóxicas. Pero más riesgo es la época de abono, si el abono o fertilizante se encuentra al alcance de los menores, se debe proteger para evitar el acceso y manipulación infantil.
  • Y no podemos olvidarnos del agua: estanques, piscinas, …NUNCA dejar al niño sin supervisión de forma que puedan acceder a estos espacios de forma autónoma.

¡Disfruta de tus hijos en el parque y deja que ellos disfruten de las instalaciones y de sus pequeños amigos, pero recuerda: sin seguridad, no hay diversión!

© M Ángeles Miranda. Consultora/Auditora de prevención de accidentes infantiles® para la Asociación Nacional de Seguridad Infantil.

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