Piscinas y fiestas de la espuma en infantil o cuando la vida se esconde bajo un palmo de agua o la espuma la hace invisible
“Nadie echó en falta al pequeño de 2 años hasta que los niños del segundo grupo, más mayores, se zambulleron en el agua y uno de ellos tocó los pies en el fondo”
Así de cruel lo describía la prensa, cruel realidad que se llevó al pequeño A. sin que nada se pudiera hacer por devolverle la vida, vida que se quedó en el fondo de una piscina desmontable de la granja a la que había acudido con sus compañeros de la escuela infantil. Piscina, en la que “por prevención”, se bañaban por turnos de edad…
Como tampoco se pudo hacer nada por la vida de otra pequeña de 3 años que apuraba los últimos días de la escuela infantil que la había acogido desde que tenía 8 meses. La perdió en otro fondo, el de una piscina hinchable, exactamente bajo 36 cm de agua, ni uno más, ni uno menos…mientras sus compañeros seguían divirtiéndose encima, ajenos (como es natural) a la tragedia. Piscina hinchable que las familias habían comprado expresamente para que los alumnos de la escuela infantil municipal pasaran mejor la enésima ola de calor de aquel verano.
Los peques de la escuela infantil no necesitan grandes niveles de agua para divertirse. Las piscinas de chapoteos hacen la misma función refrescante y lúdica sin riesgos.
Hay más casos (la palabra exacta es tragedia), que no han salido en prensa o que han podido contarlo, con o sin secuelas, y que se perciben como “quedó en un susto” o “son cosas que pasan”, casos que acaban llegando cada verano a nuestro correo y redes pidiendo anonimato para no perjudicar al centro que cuida o cuidó de sus hijos.
6 cm. 30 segundos. Solo eso, es suficiente para que un peque pueda ahogarse, para que le cubra la nariz y la boca y, como a los dos pequeños anteriores, perder una vida en el fondo de una pequeña e “inofensiva” piscina, en un palmo de agua…
Si nos sigues desde hace tiempo o perteneces a la comunidad #ojopequeagüera sabes que cada año insistimos en el riesgo que suponen las piscinas, por muy pequeñas que sean, en centros destinados a la primera infancia.
Sabes también que perseguimos una normativa o decreto que regule el uso de estos equipamientos para evitar el vacío legal que existe, para que ofrezca a familias y a las profesionales de los centros infantiles las pautas de seguridad para saber con qué equipamiento pueden contar. Nadie actúa de mala fe, simplemente es desconocimiento, son percepciones que nos han inculcado desde siempre. Como la falsa seguridad de los flotadores o el peligro de las piscinas hinchables o desmontables camuflado en su tamaño. Que sean pequeñas, que no lleguen al “palmo de agua” no exime de ahogamiento, el riesgo existe y es muy alto.
Pero todo esto, incluso que un palmo de agua es más que suficiente para que un peque se ahogue, es el último eslabón de la cadena.
Primero debemos ponernos en el lugar de un pequeño de estas edades:
- Donde el agua es diversión.
- No reconocen las señales de cansancio que les indica su cuerpo (cuantos peques se quedan dormidos encima de un plato de repente)
- Sus habilidades motrices se encuentran en pleno de desarrollo (caídas constantes y más en superficies mojadas)
- Además, no es solo un peque con el que estar #ojopequealagua, son muchos y no es el aula, ni el patio. Aunque estén en espacios controlados, los peques, como nosotros, no hemos nacido para desarrollarnos en el hábitat acuático, y por si fuera poco, en pleno éxtasis de diversión, se mueven tan rápido que parece que se multiplican.
Todo ello eleva el riesgo de ahogamiento en la primera infancia de forma exponencial, aunque después se quede en “un susto”.
Decíamos que este mantra nos lo has leído en más de una ocasión y seguiremos repitiéndolo hasta que llegue a todos los centros y por supuesto, a quienes por su posición tienen y deben legislar en este asunto. Quienes, además, deben gestionar las, cada vez más periódicas y tempranas, olas de calor.
Y como un mantra seguimos repitiendo alternativas infinitamente más divertidas que plantar una piscina. Actividades que fomentan la motricidad, la adquisición de nuevas habilidades, refrescan exactamente igual y no suponen ningún riesgo más allá de un quitatetupaponermeyo, que para eso son muy peques.
Alternativas refrescantes que, además de ser seguras, fomentan el desarrollo de nuevas habilidades.
Juegos de agua homologados y certificados para menores de 3 años (recordad que los globos no se recomiendan para menores de 6 años por el riesgo de aspiración y asfixia), piscinas de chapoteos que no llegan ni a los 4 cm de agua acumulada, mangueritas, juegos de chorros ligeros, transportar agua con una jeringuilla, con pequeños esponjas y recipientes de colores, …todo ello en bañador, bajo una malla sombreadora, con cremita solar y unas chanclas de agua bien atadas y antideslizantes.
Y ahora vamos a la “novedad” de este año, hablando de primera infancia.
No sabemos en que momento pre o post pandemia se ha puesto de moda. Nos dicen que en coles que admiten peques desde 2 años, pero desconocemos si también en escuelas infantiles.
Es la, en nuestra época para adolescentes (y creciditos), fiesta de la espuma.
No hace falta fiestas de la espuma en infantil, hay alternativas adecuadas al 0-6 mucho más creativas y refrescantemente divertidas
Gracias a la generosidad de una mamá que compartió con nosotros en IG el vídeo de su peque en una fiesta del cole y detrás una niña que daba la sensación de que iba a ser engullida por la cantidad de espuma que la cubría.
Compartimos esta publicación en el Instagram de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil y en el de la campaña de prevención de ahogamientos infantiles #OjOPequealAgua.
Recibimos montones de solidaridad con vuestros comentarios al respecto, de vuestras experiencias personales en este tipo de fiestas y también de Christian, un ojopequeagüero de pro que pertenece a la noble familia de Protección Civil y también compartió (GRACIAS) con nosotras su experiencia desde el otro lado, el de la organización y el preventivo.
Ni que decir tiene que la fiesta de la espuma no es una actividad para niños tan pequeños y argumentamos.
La espuma, por muy bio (de bio, de biodegradable, de bio sin jabones…) que sea, por muchos elementos naturales que la compongan, que no pique en los ojos…y hasta deje el cutis suave como lo que son, un bebé, es semidensa. Por lo tanto:
- Cubre las fosas nasales y la boca, también el oído, pero ese no nos sirve para respirar.
- Tapa la visibilidad. Tanto la que queda en los ojos, como aquella que necesitamos para poder ver a nuestro alrededor: un escalón, un bordillo, la cara de cada uno de los peques…un niño que está bajo la espuma y requiere asistencia porque tiene las fosas nasales llenas de espuma, por el cansancio o por un golpe con el suelo que lo ha tumbado…
- Dicen que es una espuma que resbala menos que cualquier otra, que no lleva detergentes. Pero es que estos pequeños y pequeñas ya se resbalan y caen solos, sin necesidad de espuma. Así que por poco que resbale…las caídas frecuentes son continuas.
No tenemos dudas, y sí tenemos pruebas que tanto las piscinas (sean como sean) como la fiesta de la espuma (sea como sea) en centros de primera infancia (de 0 a 6 años) solo aporta riesgos y son totalmente innecesarias.
Hay alternativas para cada edad, y todo llegará. En su momento. Siempre con seguridad.
Nuestro trabajo con escuelas infantiles y colegios de primaria, también en los campamentos urbanos, incluye estas y otras soluciones para que el desarrollo tanto en el aula, el patio, las diferentes actividades y materiales. Gestionamos la seguridad infantil de tu centro para que tú puedas dedicarte a lo que de verdad importa. Si quieres más información, ahora puedes conseguir el Certificado S+, nosotros nos encargamos de todo, también de asesorarte sin límites. Pídenos información ahora y consigue que tu escuela infantil sea el referente que más valoran las familias.
Gracias por difundir este contenido, un verano más pedimos tu colaboración con la campaña de prevención de ahogamientos infantiles #OjOPequealAgua y gracias también por citar la fuente tal y como marca la legislación vigente y porque valoras el trabajo que realizamos ofreciendo información con el objetivo de salvar vidas.