Día mundial de la prevención de riesgos y laborales o como entender que un seguro no evita accidentes.
Estamos en la semana mundial de la prevención de riesgos laborales. El día grande es el 28 y el día excepcional es el 26 de abril, instaurado desde la pandemia como el «Día del niño», así que tenemos una semana completita empezando por un acto en forma de seminario que algo tiene que ver con la prevención, y maravillosa e insólitamente poco con los adultos.
Gracias a ACPIDA y a nuestra querida amiga Anna Almécija hemos podido participar (y sobre todo aprender) del primer seminario sobre Diseño ambiental y seguridad infantil o como incorporar a los niños desde el proyecto, y no nos referimos al embarazo, si no a proyectar edificios, hogares, centros infantiles, eventos y por supuesto, también las ciudades.
En nuestra intervención, además de exponer el trabajo que llevamos realizando desde hace 12 años de consultoría, formación, servicio Babyproofing para familias y Certificado S+ espacios para profesionales, también hemos expuesto algunas de las campañas de seguridad infantil que llevamos a cabo y que forman parte de una gran comunidad de personas que persiguen un fin muy acorde también con la PRL: ¡Salvar vidas!
Pero vayamos ahora al día que “celebramos” al HT #28PRLDAY
Un día para concienciar de la importancia de ¿Autoprotegerse? ¿O de que nos protejan? Exigimos como trabajadores más seguridad, pero ¿Cuánto nos implicamos en la cultura preventiva?
No son preguntas que lanzamos al azar en este día, es una reflexión que seguro que muchos de los que nos dedicamos a este mundo de la prevención nos hacemos todos los días.
En el caso de los adultos, la PRL lleva años instalándose nuestras vidas y por suerte ha venido para quedarse. Para todos es algo habitual y además de obligado cumplimiento, pero todavía hoy, cuando decimos que somos auditores de seguridad infantil® y que nuestro objetivo es crear cultura preventiva, aún, en pleno siglo XXI nos miran como el lado más oscuro del frikismo de todas las galaxias.
- Un adulto tiene medios y conciencia para autoprotegerse.
- En otros casos, se llevan a cabo maravillosas iniciativas para darles voz a los niños, para hacerles partícipes y que expongan sus necesidades de prevención y de seguridad a todos los niveles.
- Sin embargo, poco o nada se habla de los más pequeños, de sus familias y de sus educadoras. De las herramientas, de la formación específica y de como proteger de forma natural creando espacios adecuados al desarrollo que evite la sobreprotección fomentando el movimiento libre.
Hay que profundizar y puntualizar en los nuevos paradigmas de la prevención, en cómo debemos comunicar que es la seguridad infantil efectiva tanto para las familias, sobre todo con el asentamiento de pedagogías que promueven el movimiento libre para que se adapten los hogares a los bebés y a sus necesidades de desarrollo.
Pero también seguir cultivando la cultura preventiva en los espacios profesionales, donde, afortunadamente, cada vez menos, nos encontramos con GUARDERÍAS, (sí, guarderías de las de guardar, porque las escuelas infantiles están a otro nivel) que se escudan en (literalmente)
- “Yo pago un seguro de responsabilidad por si le pasa algo a un niño”
- Ahh, ya vienen a hacerme eso de la prevención de riesgos laborales.
Muchas veces tenemos que echar manos de conceptos específicos de la PRL para que el símil favorezca la interiorización de conceptos, podríamos decir que es algo así como un diccionario PRL/SEGURIDAD INFANTIL y a continuación lo ilustramos con los siguientes ejemplos:
- Que la seguridad vial en el entorno escolar debe ser considerada como el “in itinere”.
- Que una auditoría de riesgos infantiles en un colegio, escuela infantil o ludoteca es la evaluación de riesgos laborales para los pequeños usuarios de la instalación, y de la misma forma que la de los adultos es obligatoria seguimos sin entender porque en los pequeños no se tiene en cuenta.
- Que, así como las familias aplauden los simulacros de evacuación que se llevan a cabo en el colegio de sus retoños, también deberían aplicarlo en casa con un plan de autoprotección familiar.
- Que nuestro instinto de protección no proviene de la era tecnológica, no es un chip implantado, sino que es algo innato en todas las especies, incluida la humana y por lo tanto la cultura preventiva se debe fomentar desde el nacimiento como el instinto de succión.
Podríamos seguir con más ejemplos, pero preferimos pasar a la acción.
- La PRL es para adultos.
- Los niños NO son mini adultos.
- La adaptación de los espacios al desarrollo infantil se hace con profesionales acreditados en seguridad infantil (no todo vale, nos va la vida en ello) ya sea en entornos profesionales o familiares.
Y si algo debemos empezar a reseteae en nuestro disco duro, es que un seguro no evita accidentes.
Feliz día, semana, mes y año de la PRL, nosotros desde aquí seguimos cada hora trabajando por la infancia desde su perspectiva.
¿Te sumas a la seguridad infantil bien entendida?
Gracias por sumar, por compartir y difundir. Y gracias también por valorar nuestro trabajo y dedicación a la seguridad infantil citando la fuente porque, además es lo que marca la legislación vigente.
© M Ángeles Miranda para la Asociación Nacional de Seguridad Infantil