Seguridad infantil en el centro comercial
¡La prevención de accidentes no tiene precio!
El shopping se ha convertido en algo más que cubrir las necesidades básicas de subsistencia, de forma atemporal los centros comerciales son una propuesta más de ocio familiar, con actividades y ofertas para todas las edades, pero… ¿Están estas instalaciones preparadas para acoger a niños como usuarios? Y nosotros como padres ¿conocemos que medidas de seguridad infantil en el centro comercial debemos adoptar para que la visita a estos espacios no se convierta como dice la canción en “Terror en el hipermercado”?
Más allá de las ludotecas que acogen a los pequeños con múltiples juegos y estímulos mientas los adultos realizan la compra, los centros comerciales son también fuente d aprendizaje para los niños y…en ocasiones, de terror para los padres.
Os proponemos un recorrido desde el inicio porque, como bien sabéis, el primer paso para una prevención efectiva es detectar riesgos para después ofrecer las soluciones adecuadas que eviten accidentes, las tan sufridas perdidas y aprovechar cada momento para inculcar cultura preventiva dejando fuera al “hombre del saco” y otros miedos que no conducen a nada bueno.
• En el aparcamiento
Los espacios viales de los centros comerciales deben tener un “encantamiento” que transforma a los automóviles en seres con autonomía propia, seres que desconocen todas las normas de seguridad y civismo. Podéis comprobarlo por vosotros mismos: permanecer durante 10 minutos en el aparcamiento de un centro comercial (en un espacio seguro, of course) y daréis buena cuenta de cómo a estos seres de 4 ruedas les da por circular en sentido contrario, hacer aparcamientos imposibles, ocupar espacios reservados a personas con movilidad reducida, de carga y descarga o los destinados a familias y circulan a la velocidad que en ese momento el pedal del acelerador ha determinado por obra y gracia del hechizo que se produce en cuanto franquean el espacio que nos ocupa. Un riesgo al que debemos añadir que los niños son impulsivos por naturaleza fruto de la escasa o nula percepción del riesgo, y esto no es un fenómeno paranormal como el anterior, es lo más natural desde que el mundo es mundo.
Dejando fuera las ironías y resumiendo, podemos determinar que la suma de los productos resulta un riesgo al que debemos ponerle solución, por lo menos por la parte que nos toca como conductores y responsables de la seguridad de nuestros pequeños:
• Escaleras mecánicas y ascensores
En ambos casos deben ir SIEMPRE acompañados por un adulto, así debemos inculcárselo en cuanto tengan la suficiente capacidad cognitiva, mientras educaremos con el ejemplo…dicho esto si me lo permitís añado en este punto aquellas normas de uso no escritas pero que son importantes mantener por el bien común:
Si nos dejamos llevar por las escaleras mecánicas debemos ubicarnos en la fila de la derecha, permitiendo a aquellas personas que por diferentes motivos quieran subir andando, puedan hacerlo por el lado izquierdo
Los ascensores deben reservarse para personas con movilidad reducida y familias con carritos de bebés, hacer un buen uso de estos equipamientos facilita la movilidad de las personas que realmente lo necesitan.
Las medidas de seguridad se encuentran visibles tanto en las escaleras mecánicas como en los ascensores, un buen recurso es enseñárselas a los más pequeños a través de un juego de preguntas y respuestas para que vayan interiorizando su significado, si además tú las respetas ya tendremos mucho ganado: ellos lo harán de forma natural
• Espacios comunes
Pasillos, plazas, … las zonas de tránsito de paso obligado hacia los diferentes establecimientos y espacios de ocio, donde se desarrollan muchas de las actividades lúdicas que los centros comerciales ofrecen para disfrute del público infantil y familiar.
Es quizás el punto donde más pequeños se despistan y perdemos de vista, sobre todo cuando la afluencia de personas es notable. Para evitar disgustos a grandes y pequeños en estas instalaciones y otros actos con aglomeración de personas:
• Establecimientos (grandes y pequeños)
Los vidrios (de seguridad, para evitar que caigan en trozos en caso de rotura) deben estar señalizados a una altura correspondiente entre 0,85 y 1,10 m de altura desde el suelo para los niños y entre 1,50 y 1,70 m para los adultos (el famoso círculo rojo de las tiendas) para evitar que se produzcan golpes contra los mismos al confundirse con espacios abiertos.
Esta medida de seguridad (ya sea un círculo rojo o un Pokemon) es aplicable a todos los comercios y otras instalaciones: los niños son impulsivos lo que les confiere mayor riesgo de choque al entrar o salir corriendo.
Una vez dentro de los establecimientos o en las grandes áreas comerciales, consideraremos que estos espacios NO se han diseñado para evitar accidentes infantiles: fijaros en la cantidad de pinchos, estanterías cortantes o traumatizantes y otros equipamientos que en caso de golpe o choque involuntario pueden producir un accidente (y no es necesario ser niño para sufrirlo) y ya que la responsabilidad no deja de ser nuestra os propongo:
Implicar a los niños en la acción de la compra, es el remedio más efectivo para tenerlos controlados, a nuestros hijos (como a todos) les gusta ser parte, no un aparte
A los más pequeños es mejor llevarlos controlados, ya sea en la propia silla de paseo o en los asientos de los carros que disponen los hipermercados: en ambos casos debemos extremar las precauciones para evitar que puedan caer desde el carro, ya que son muchos los estímulos que les atraen y el aburrimiento (los aparte) que les hará querer escapar, huir,…cada vez más los carros de los supermercados disponen de anclajes para sujetarlos, y es que no son pocos los accidentes producidos por caídas. En este punto señalar también que el bebé debe mantenerse completamente erguido (no menos de 9 meses) para utilizar estas sillas.
© M Ángeles Miranda. Consultora/Auditora de prevención de accidentes infantiles® para la Asociación Nacional de Seguridad Infantil.
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